Playa del Carmen. – En medio de la encantadora Riviera Maya, la Quinta Avenida se ha convertido en un escenario desolador para los empresarios, especialmente los del sector restaurantero, quienes enfrentan pérdidas económicas devastadoras debido a los reiterados apagones que acontecen día tras día. Según declaraciones de Ricaldo del Valle Prieto, consejero de Coparmex, estas interrupciones han dejado a los negocios con un déficit de hasta 40 mil pesos en tan solo 24 horas.
En una entrevista, el representante de Coparmex manifestó cómo estos apagones persistentes han obligado a los empresarios a buscar soluciones costosas, como invertir en plantas de energía, con el fin de minimizar el flujo de capital que se va con cada interrupción del servicio eléctrico.
El panorama sombrío se agrava aún más para los establecimientos en la Quinta Avenida, cuya ocupación ha disminuido considerablemente, alcanzando un preocupante 40 por ciento por debajo del nivel del año anterior.
Del Valle Prieto señaló con indignación la negligencia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en este asunto, acusándola de no haber previsto las graves afectaciones que causaría su infraestructura insuficiente ante la creciente demanda durante la temporada de calor.
El representante de Coparmex hizo hincapié en que estos apagones no son simples errores fortuitos, sino más bien suspensiones programadas por parte de la CFE. La falta de transparencia y comunicación por parte de la compañía ha dejado a los empresarios en una situación desesperante, sin respuestas ni soluciones claras.
En medio de la desesperación, Ricardo del Valle Prieto descartó la idea de emprender acciones legales contra la CFE, ya que sería una carga financiera adicional que el ya agobiado sector no puede asumir, sobre todo en este período de dificultades.
En lugar de buscar confrontaciones judiciales, instó a los legisladores a priorizar los intereses de los empresarios y la ciudadanía frente a la CFE, en lugar de involucrarse en actividades políticas sin sentido. Hizo un llamado urgente a las autoridades del Congreso estatal y federal para que se pongan al servicio de la población y se preocupen por proteger los derechos tanto de los ciudadanos como de los empresarios.
En resumen, la Quinta Avenida en la Riviera Maya se encuentra sumida en un estado de desazón y pérdidas económicas alarmantes debido a los apagones diarios. Los empresarios del sector restaurantero se enfrentan a un futuro incierto y desesperanzador, mientras luchan por mantener sus negocios a flote. La CFE, acusada de falta de previsión y negligencia, sigue sin ofrecer soluciones claras ni explicaciones satisfactorias, dejando a los afectados en un abismo de incertidumbre.