Desesperada madre de Valladolid Nuevo teme por seguridad de sus hijos bajo resguardo del DIF de Kantunilkín

Rosario del Carmen Hay Cupul, vecina del asentamiento de Valladolid Nuevo en Lázaro Cárdenas, ha alzado su voz en busca de auxilio por la situación de sus cinco hijos, quienes están actualmente bajo el cuidado del DIF de Kantunilkín.

En un encuentro con los medios en Playa del Carmen, Rosario ha compartido su angustia al relatar que desde el 3 de mayo no ha podido abrazar a sus hijos. Esta separación se dio a raíz de que el padre de los niños denunciara ante el DIF que ella no reunía las condiciones para velar por ellos.

El dilema se intensifica con el hecho de que uno de sus hijos, de 14 años, logró escapar del lugar de resguardo, sin dejar rastro. La madre está profundamente preocupada por el bienestar de todos sus hijos en ese entorno desconocido, ya que no ha tenido la oportunidad de constatar sus condiciones actuales.

En busca de soluciones, Rosario ha hecho un ferviente llamado a la gobernadora Mara Lezama, pidiéndole que intervenga y contribuya a reunir a la familia nuevamente. Sus hijos, por su parte, han expresado su firme deseo de dejar el lugar donde actualmente se encuentran.

Rosario ha dejado claro que las autoridades del DIF tomaron la decisión sin previamente visitar su hogar y evaluar las circunstancias en las que vivían los menores. El procedimiento se basó en una orden judicial que les otorgaba la custodia.

Sobre los análisis psicométricos realizados por el DIF de Kantunilkín, Rosario ha revelado que los resultados señalan que no es apta para el cuidado de sus hijos. No obstante, posee evidencia proporcionada por una psicóloga independiente que contradice esta evaluación.

La madre ha denunciado haber sido coaccionada para firmar documentos cuyo contenido le resultaba incomprensible, dado que no sabe leer. En ningún momento se le explicó el propósito o contenido de dichos documentos.

Hasta el momento, Rosario ha compartido que no ha obtenido ningún tipo de respaldo por parte de la Comisión de Derechos Humanos ni de ninguna otra autoridad competente. Sus hijos, cuyas edades oscilan entre 17, 14, 8, 5 años, además de un bebé de 3 años, siguen lejos de su cuidado y protección materna.